Noviembre 24 de 2008
Por Azzurro
El pasado domingo, a las 5:20 de la tarde, salí casi corriendo del Campín. Emparamado, me quité mi impermeable y me monté en el primer taxi que encontré. Me tocó un taxista hincha del vecino. Lo que me dijo fue bien claro: “Hermano, ustedes los hinchas de Millonarios deberían hacer lo mismo que hicimos nosotros hace rato: hasta que no salgan campeones dejar de ilusionarse y exigir respeto. No ir al estadio. Por eso es que en nuestros partidos no van más de 4 mil.”
En ese momento de furia y desilusión le respondí que para mi lo único que tenía Millonarios era hinchada. Que a la hinchada de Millos la irrespetaban como la irrespetaron ese domingo y que con todo y eso seguía siendo la más grande del país. Le dije que si las cosas seguían como venían, no me sorprendería que acabaran con la hinchada azul, tal como han acabado con la hinchada del vecino. En esas horas posteriores a la eliminación, pensé en dejar de comprar mi abono y dejar de lado tanta ilusión en vano. Aún sigo dudando…
Hoy, una semana después de la eliminación, sigo con un mal sabor de boca. No soy de los que piensa que se tienen que ir todos y que debemos empezar de cero. Pero sí soy de los que piensa que lo que ha venido haciendo al interior de Millonarios no funcionó (tres semestres sin clasificar, 20 años sin títulos) y que hay que repensar la fórmula con la cual se toman decisiones en el Club.
Me impacienta ver cómo los tomadores de decisión al interior del Equipo afrontan esta situación con la misma pasividad con la que han afrontado situaciones difíciles en el pasado. Se cree que salir de un par de suplentes y pedirles más compromiso a los jugadores que trotaron la cancha una semana atrás, es suficiente. Se habla de una renegociación de salarios y de la inminente contratación de 3 grandes refuerzos; pero la gente ha oído tantas promesas incumplidas, que ya no cree nada. No los culpo.
Lo dije al inicio del campeonato: no clasificar a los cuadrangulares, sería un golpe demasiado duro para Millonarios, no solo en lo deportivo, sino en lo administrativo y financiero. Las finanzas de Millonarios no aguantan dejar de recibir los ingresos que generan las taquillas de los cuadrangulares. Somos un equipo en Ley 550; estamos en Ley de Quiebras. Aparte de anunciar un par de despidos –incluido el de Morumbi Zapata-, de pedir más compromiso a los jugadores, de renegociar sueldos (¿lo lograrán?) y de anunciar encopetados refuerzos, Millonarios necesita mayor inversión y mayor claridad en los objetivos de dicha inversión.
La inversión desordenada y sin planeación no sirve. Podemos estar llenos de dólares, como el vecino, pero si la inversión no se planea, terminaremos igual a como estamos hoy día. La inversión debe ir acompañada de un plan de trabajo, de unos objetivos y metas claros, de unas responsabilidades evidentes por parte de los tomadores de decisión, los jugadores y el cuerpo técnico. Hoy día los socios del Club no cuentan con un flujo de dinero que les permita generar inversiones cuantiosas y planificadas. Deben buscarlo.
Si tomáramos la recomendación del amigo taxista, nos tocaría vivir infinitos domingos sin fútbol, tal como lo vivimos este fin de semana. Sigo con la duda de si renovar o no mi abono. Sigo con la impaciencia de sentir que nada ha pasado y que las cosas seguirán igual. Sigo, también, seguro de que la hinchada de Millos es la más grande del país y de que me siento profundamente orgulloso de los hinchas azules. A veces se podría hasta pensar que soy hincha de la hinchada de Millos, porque eso es lo único que tiene Millonarios: hinchada.
Azzurro
lunes, 24 de noviembre de 2008
domingo, 16 de noviembre de 2008
Vergüenza
Noviembre 16 de 2008
Por Azzurro
Una vez más; un año más; una desilusión más. Luego de tanta fuerza, de tanta hinchada, de tantos gritos desde la tribuna, de aguante desde las graderías, Millonarios no estará en las semifinales del fútbol colombiano. Por tercera vez consecutiva, Millonarios no jugará por un oportunidad de sumar la tan añorada estrella 14. Las consecuencias deportivas, administrativas y comerciales de esta derrota pueden ser fulminantes.
Queda confirmado, una vez más, que lo que tiene Millonarios es hinchada. Cualquier equipo en el planeta, cualquier jugador con algo de vergüenza y pundonor, mataría por tener una hinchada como la de Millonarios apoyándolo. Sin embargo, a este equipo y a estos jugadores pareciera que eso no les importara Prefieren trotar la cancha, botar taquitos y especular con el amor del hincha Embajador. Vergüenza.
Azzurro
Por Azzurro
Una vez más; un año más; una desilusión más. Luego de tanta fuerza, de tanta hinchada, de tantos gritos desde la tribuna, de aguante desde las graderías, Millonarios no estará en las semifinales del fútbol colombiano. Por tercera vez consecutiva, Millonarios no jugará por un oportunidad de sumar la tan añorada estrella 14. Las consecuencias deportivas, administrativas y comerciales de esta derrota pueden ser fulminantes.
Queda confirmado, una vez más, que lo que tiene Millonarios es hinchada. Cualquier equipo en el planeta, cualquier jugador con algo de vergüenza y pundonor, mataría por tener una hinchada como la de Millonarios apoyándolo. Sin embargo, a este equipo y a estos jugadores pareciera que eso no les importara Prefieren trotar la cancha, botar taquitos y especular con el amor del hincha Embajador. Vergüenza.
Azzurro
domingo, 9 de noviembre de 2008
¿Nos conformamos?
Noviembre 9 de 2008
Por Azzurro
Hace algunas semanas afirmé que la clasificación de Millonarios a los cuadrangulares estaba en el Campín. Estos sigue siendo cierto, ad portas de la última fecha de la primera fase del mediocre pero emocionante torneo colombiano. Lo que también sigue siendo cierto es que Millonarios es un equipo mediocre que no enamora y que independientemente de que consiga los tres puntos contra Envigado dentro de una semana, no parece enfilarse como un favorito por el título colombiano. ¿Nos tocará conformarnos con las migajas otra vez? Parece que sí. Parece que si Millos logra clasificar a los cuadrangulares –hoy está fuera de los 8- no jugará un rol protagonista en esa instancia. Ojala me equivoque.
Tuve que aguantarme la narración del “fútbol visitante” de RCN Radio para saber qué pasaba con Millonarios en Bucaramanga. El comentarista radial, Marden Devia, utilizó todo su tiempo al aire para criticar de principio a fin la actuación Embajadora. Sus observaciones casi señalaban que si en el fútbol hubiera justicia, Bucaramanga debió ganarle a Millonarios por 4 goles o más. Dudo que haya sido así, pero también dudo que Millonarios haya mostrado fútbol y ganas para llegar a cosas grandes. La salida temprana de Jhonatan por el mediocre Araujo ya dice mucho sobre cómo jugaba Millonarios. Un equipo en el que el técnico prefiere sacar a un jugador como Estrada por otro como Araujo, tiene graves y profundos problemas. No nos digamos mentiras.
Cuando llegó la ilusión/espejismo del gol de Milton –bien por Milton volver a marcar y bien la habilitación de Tejada a quien ya quiero ver de titular- los hinchas Azules empezamos a soñar de nuevo. No importaba cómo ganara Millonarios; solo importaba ganar. Sin embargo, de nuevo Millonarios no supo defender el resultado. Una vez más la euforia de la victoria transitoria fue demasiado pasajera. Empatamos con el equipo que descenderá. Así de sencillo.
Ahora debemos esperar una semana para saber si Millonarios pasa o no a las finales. Nos veremos el domingo en un estadio que sin ninguna duda estará lleno de ansiedad y vacío de paciencia. Si Millonarios no logra encajar un gol rápidamente, con toda seguridad la hinchada se volverá un obstáculo más en su camino. Estamos frente a un escenario poco halagador. Esto, básicamente, porque la hinchada Azul está cansada de conformarse…
Como lo he dicho desde el principio de este torneo, no lograr la clasificación traerá una profunda crisis administrativa, financiera y deportiva a Millonarios. Completaríamos 3 torneos sin llegar a los cuadrangulares, con nóminas costosas. Muy costosas para resultados tan débiles.
El profesor Quintabani tiene razón al decir que el reglamento no obliga a los equipos a estar clasificados a estas alturas. Pero la hinchada también tiene razón cuando reclama que Millonarios no debería estar pasando tantas dificultades y angustias en un torneo tan mediocre como el colombiano. Empatamos contra el equipo que descenderá y la hinchada de Millonarios no quiere conformarse más con cosas diferentes a un título.
Vamos Millos.
La gloria del pasado, vive en el Futuro.
Azzurro
Por Azzurro
Hace algunas semanas afirmé que la clasificación de Millonarios a los cuadrangulares estaba en el Campín. Estos sigue siendo cierto, ad portas de la última fecha de la primera fase del mediocre pero emocionante torneo colombiano. Lo que también sigue siendo cierto es que Millonarios es un equipo mediocre que no enamora y que independientemente de que consiga los tres puntos contra Envigado dentro de una semana, no parece enfilarse como un favorito por el título colombiano. ¿Nos tocará conformarnos con las migajas otra vez? Parece que sí. Parece que si Millos logra clasificar a los cuadrangulares –hoy está fuera de los 8- no jugará un rol protagonista en esa instancia. Ojala me equivoque.
Tuve que aguantarme la narración del “fútbol visitante” de RCN Radio para saber qué pasaba con Millonarios en Bucaramanga. El comentarista radial, Marden Devia, utilizó todo su tiempo al aire para criticar de principio a fin la actuación Embajadora. Sus observaciones casi señalaban que si en el fútbol hubiera justicia, Bucaramanga debió ganarle a Millonarios por 4 goles o más. Dudo que haya sido así, pero también dudo que Millonarios haya mostrado fútbol y ganas para llegar a cosas grandes. La salida temprana de Jhonatan por el mediocre Araujo ya dice mucho sobre cómo jugaba Millonarios. Un equipo en el que el técnico prefiere sacar a un jugador como Estrada por otro como Araujo, tiene graves y profundos problemas. No nos digamos mentiras.
Cuando llegó la ilusión/espejismo del gol de Milton –bien por Milton volver a marcar y bien la habilitación de Tejada a quien ya quiero ver de titular- los hinchas Azules empezamos a soñar de nuevo. No importaba cómo ganara Millonarios; solo importaba ganar. Sin embargo, de nuevo Millonarios no supo defender el resultado. Una vez más la euforia de la victoria transitoria fue demasiado pasajera. Empatamos con el equipo que descenderá. Así de sencillo.
Ahora debemos esperar una semana para saber si Millonarios pasa o no a las finales. Nos veremos el domingo en un estadio que sin ninguna duda estará lleno de ansiedad y vacío de paciencia. Si Millonarios no logra encajar un gol rápidamente, con toda seguridad la hinchada se volverá un obstáculo más en su camino. Estamos frente a un escenario poco halagador. Esto, básicamente, porque la hinchada Azul está cansada de conformarse…
Como lo he dicho desde el principio de este torneo, no lograr la clasificación traerá una profunda crisis administrativa, financiera y deportiva a Millonarios. Completaríamos 3 torneos sin llegar a los cuadrangulares, con nóminas costosas. Muy costosas para resultados tan débiles.
El profesor Quintabani tiene razón al decir que el reglamento no obliga a los equipos a estar clasificados a estas alturas. Pero la hinchada también tiene razón cuando reclama que Millonarios no debería estar pasando tantas dificultades y angustias en un torneo tan mediocre como el colombiano. Empatamos contra el equipo que descenderá y la hinchada de Millonarios no quiere conformarse más con cosas diferentes a un título.
Vamos Millos.
La gloria del pasado, vive en el Futuro.
Azzurro
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